¿Cómo contribuye al deterioro de nuestra salud oral?
El concepto convencional del odontólogo como ente torturador tiene su origen en el hecho de que los dientes, sus padecimientos y algunos tratamientos pueden producir dolor.
El tratamiento de origen dental es considerado en la actualidad como una experiencia desagradable y aterradora por una gran cantidad de la población mundial. Las conductas positivas o negativas que tome el paciente con respecto a su salud la afecta directamente, así mismo; el padecimiento de algunas enfermedades Buco-Dentales influyen directamente en el comportamiento del paciente en su vida diaria.
Entre las conductas perjudiciales para la salud oral se encuentran los malos hábitos como: el bruxismo, el tabaco, la dieta, el miedo y la ansiedad; éstos dos últimos son muy nocivos ya que entorpecen el comienzo y continuación de los tratamientos odontológicos. En la práctica clínica el miedo y la ansiedad aunque son dos conductas diferentes son indistinguibles por el odontólogo.
El miedo es una reacción a un peligro real o imaginario, mientras que la ansiedad es un sentimiento de temor, incertidumbre y aprehensión asociado a una amenaza que compromete el estado de salud general y comportamiento del individuo en determinadas situaciones. La ansiedad ante la consulta odontológica descubre síntomas más profundos que en otras áreas de salud, y desencadena fobia al odontólogo y a todo lo relacionado con su entorno. De esta manera, podemos decir que la Odontofobia es un temor intenso persistente que se convierte en excesivo e irracional al asistir al odontólogo y origina en la mayoría de los casos estados de pánico real.
Existen dos conductas del paciente ante este tipo de fobia las cuales son:
Se estima que en nuestro país el 12,5 por ciento de la población experimenta fobia al odontólogo lo que induce a interrumpir tratamientos. Los signos y síntomas de los pacientes con esta fobia están condicionados por varios factores como: malas experiencias pasadas vividas por él mismo o malas experiencias pasadas vividas por otras personas y transmitidas folklóricamente. Debemos considerar otras barreras que provocan dificultades para asistir a la consulta odontológica como: el trabajo, atención de los hijos e incapacidad de algún tipo con dependencia para desplazarse.
La Odontofobia debe ser tratada de forma especial con cooperación del odontólogo y el paciente, siendo este último el que obtendrá beneficio para la salud. A continuación, se enumeran consejos fáciles y útiles que pueden ayudar a controlar el temor al odontólogo.
Dr. Jorge Prado
Odontólogo
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